Es
posible que ya lo conozcáis. En las esquinas de las
calles
este artista está diseñando
las paredes, cogiendo a lazo los transeúntes, dando balones a niños o flores a chicas, siguiendo mariposas… de hecho juega
con las imaginación
de cada uno, calentando
los corazones cerrados, iluminando
tu día de la
generosidad
de su
risa…
y esperando solamente compartir un poco de felicidad, dar una
performance de cualidad y recibir a cambio
alguna moneda.
Este mimo tan modesto en lo que pide, en el pensamiento que da, en su manera de vivir, tan grande de libertad en su alma, tiene un loco camino de vida y un montón de historias que contar, incluso, con palabras. Yo tuve la suerte de escuchar al mimo Fabio.
Nació en Brasil e hizo estudios universitarios de Historia… Pero focalizarse sobre el desarrollo único de la cabeza no le apetecía. Algo faltaba. Bajo este sentimiento, empezó en una escuela de artes escénicas… y desde ese momento no dejó colgado el teatro, la comedia, el payaso, el mimo, la danza, etc. Trabajando con los más grandes de la disciplina y construyendo así, poco a poco, una carrera muy completa… Mismo hasta que pudo aprovechar el título oficial de artista de mímica en Brasil, que es muy complicado acceder y hay que pasar una prueba de nivel. Ha viajado de Brasil a Bélgica, pasando a San Paolo, a Holanda, a las Alpujarras y terminando ahora en Granada… pero nada dice que se va a quedar aquí, ya Madrid está sobre la lista.
Ser artista de la calle en Granada, cuenta Fabio, no es fácil en el día a día. No podemos ocultar la importancia de las relaciones entre los artistas de calle y los policías. También, cuenta con un montón de historias entre los diferentes artistas. Y es que los sitios buenos en el centro de Granada se pueden contar y, por eso, los artistas luchan para tenerlos. Me cuenta las mismas historias con los vendedores de calle, los envían a los mismos sitios. Sí, hay como una búsqueda por los transeúntes… porque al fin y al cabo los artistas y vendedores tienen que poder pagar para vivir. Para nuestro mimo, 5,50€ es la necesidad vital, la media de su salario por día es de unos 10€. Ahora vive en una cueva acondicionada de sus manos, no hay luz, electricidad, calefacción, agua…
Pero es feliz. ¿La llave? Vivir su pasión: hacer reir. Como le ha dicho uno de sus grandes profesores, una vez que estas dentro del mundo de la risa, no puedes salir, es una adicción. A él, le encanta regalar una sonrisa a cada una de las personas. Ser artista de calle, es vivir en directo el contacto con la gente y hacer de ellos tu día a día, tu mundo. Los niños son el mejor público, dice Fabio, son curiosos, tienen tiempo y son más abiertos a lo que hay fuera de la cabeza, a lo que pasa alrededor de uno mismo, todavía les gusta jugar, les gustan las sorpresas de cada momento del día. Hoy, Fabio está satisfecho de su vida, no tiene preocupación porque ya conoce su trabajo, y aún está aprendiendo gracias a sus nuevas experiencias de la calle, y sabe que siempre puede mejorarse, esa es la llave… y tener sueños. ¿Su sueño? Estar trabajando en un circo o tener un lugar donde la gente pudiera ir para disfrutar de sus presentaciones y no sólo un lugar donde a veces puede recibir algún “gracias” amable.Así ya lo conocéis un poco.
Si queréis saber más sobre como está viviendo de su profesión, aquí podeis acceder directamente a su propia página web:
mimoalegretto.blogspot.com.
Si un día os lo cruzáis en la calle, no olvidéis saludarle, de deteneros a mirarle o de decir “gracias y que pases un buen día”, de unas moneditas...
Este mimo tan modesto en lo que pide, en el pensamiento que da, en su manera de vivir, tan grande de libertad en su alma, tiene un loco camino de vida y un montón de historias que contar, incluso, con palabras. Yo tuve la suerte de escuchar al mimo Fabio.
Nació en Brasil e hizo estudios universitarios de Historia… Pero focalizarse sobre el desarrollo único de la cabeza no le apetecía. Algo faltaba. Bajo este sentimiento, empezó en una escuela de artes escénicas… y desde ese momento no dejó colgado el teatro, la comedia, el payaso, el mimo, la danza, etc. Trabajando con los más grandes de la disciplina y construyendo así, poco a poco, una carrera muy completa… Mismo hasta que pudo aprovechar el título oficial de artista de mímica en Brasil, que es muy complicado acceder y hay que pasar una prueba de nivel. Ha viajado de Brasil a Bélgica, pasando a San Paolo, a Holanda, a las Alpujarras y terminando ahora en Granada… pero nada dice que se va a quedar aquí, ya Madrid está sobre la lista.
Ser artista de la calle en Granada, cuenta Fabio, no es fácil en el día a día. No podemos ocultar la importancia de las relaciones entre los artistas de calle y los policías. También, cuenta con un montón de historias entre los diferentes artistas. Y es que los sitios buenos en el centro de Granada se pueden contar y, por eso, los artistas luchan para tenerlos. Me cuenta las mismas historias con los vendedores de calle, los envían a los mismos sitios. Sí, hay como una búsqueda por los transeúntes… porque al fin y al cabo los artistas y vendedores tienen que poder pagar para vivir. Para nuestro mimo, 5,50€ es la necesidad vital, la media de su salario por día es de unos 10€. Ahora vive en una cueva acondicionada de sus manos, no hay luz, electricidad, calefacción, agua…
Pero es feliz. ¿La llave? Vivir su pasión: hacer reir. Como le ha dicho uno de sus grandes profesores, una vez que estas dentro del mundo de la risa, no puedes salir, es una adicción. A él, le encanta regalar una sonrisa a cada una de las personas. Ser artista de calle, es vivir en directo el contacto con la gente y hacer de ellos tu día a día, tu mundo. Los niños son el mejor público, dice Fabio, son curiosos, tienen tiempo y son más abiertos a lo que hay fuera de la cabeza, a lo que pasa alrededor de uno mismo, todavía les gusta jugar, les gustan las sorpresas de cada momento del día. Hoy, Fabio está satisfecho de su vida, no tiene preocupación porque ya conoce su trabajo, y aún está aprendiendo gracias a sus nuevas experiencias de la calle, y sabe que siempre puede mejorarse, esa es la llave… y tener sueños. ¿Su sueño? Estar trabajando en un circo o tener un lugar donde la gente pudiera ir para disfrutar de sus presentaciones y no sólo un lugar donde a veces puede recibir algún “gracias” amable.Así ya lo conocéis un poco.
Si queréis saber más sobre como está viviendo de su profesión, aquí podeis acceder directamente a su propia página web:
mimoalegretto.blogspot.com.
Si un día os lo cruzáis en la calle, no olvidéis saludarle, de deteneros a mirarle o de decir “gracias y que pases un buen día”, de unas moneditas...