miércoles, 13 de noviembre de 2013

Cuando la guitarra roza el alma…


Dejarte llevar por acordes improvisados, transportarte a un atardecer en la India o a un barrio andaluz de los que inspiraron a los mejores artistas de flamenco, reconciliarte con tu caos interior y que de repente todo sea armonía, apreciar matices que te hacen sonreír y suspirar de gozo, desafiar al oído con sonidos que parece imposible que salgan de una guitarra, cerrar los ojos y… hacer el amor con la música, lenta, intensa, delicadamente…

Sensaciones que se experimentan al escuchar a David, un artistazo granaíno que con sencillez y talento a partes iguales, hace de la guitarra algo más que un instrumento. 

Al hablar con él te das cuenta de que vive por, para, desde, (y todas las preposiciones posibles) la música. Sus canciones van más allá de un flamenco puro o una buena fusión, él lo llama "soltar energía", pero nosotros cambiamos "soltar" por "regalar", porque la energía que desprenden él y su guitarra crea un clima mágico. 
Nos cuenta que desde pequeño la música define sus días, y que vivir de ello es un reto que no es tan fácil como muchos creen. En su cueva de Sacromonte dedica tardes enteras a sacarle más partido si cabe a las cuerdas de su guitarra, sonidos y ritmos que una noche cualquiera de martes muestra al mundo con pasión. 

Desde aquí, David, te pedimos que nunca dejes de impregnar con tu arte los recovecos de Granada, y que mientras llega ese toque de suerte sutil que los artistas como tú merecen, te conformes con saber que hay personas a las que les arreglas el día al llegar a casa, encender incienso y algo más, y simplemente escucharte…




                                                                                               

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